El comienzo de las barras, alentar el equipo y apoyarlo, era un problema que ante su crecimiento era eminente que se desarrollara en brotes de violencia, y así fue, en Inglaterra, Argentina y ahora en Colombia. Este problema es algo real y que si no se controla aumentara hasta agravarse más, la justificación a todo esto es el hecho de que en grupos el h9mbre actúa en una misma masa así pues de que si uno de los barristas insulta al juez seguramente los otros lo seguirán, también hay que mencionar que aunque el mundo sea más civilizado el hombre va en retroceso y es común del hombre atentar contra el mismo.
El fenómeno como es parecido en todas partes, la edad común para un barrista de Chile o Argentina es de 14 a 25 años, lo mismo que en Colombia lo que nos da a entender que este fenómeno es característico de gente joven e incluso es más de menores de edad como lo es en Colombia. Para pertenecer a la barra no hay distinción social, puede ser hombre o mujer, puede estudiar o trabajar, puede ser pobre o rico etc... y de igual forma los causantes los causantes de violencia son los mismos, el odio, el delirio que pueden provocar el alcohol o las drogas, el cual la rivalidad son parte de estos factores que llevan a la reacción de las barras y que incluso llegar a lo más cotidiano de la vida de las personas repercutiendo en un bombardeo de graffiti con las simbologías del equipo al que se es partidario en las ciudades, también surgiendo problemas en barrios de la ciudad, en colegios o en cualquier otra parte, y todo con el común denominador de rivalidad, odio o violencia.